algo sobre Pipí Cucú

Los amigos de Poesía Urbana están haciendo una revista, y nos pidieron que escribieramos algo sobre nuestra pequeña historia y nuestra visión de la autogestión. (La imagen es de Iconoclasistas). 

            A ver: antes de que Pipí Cucú fuera una revista fuimos un grupo de personas que nos juntamos para ver que podíamos hacer en una zona donde mucho no pasaba. Hacíamos reuniones donde había vino, humo, tango, tambores, guitarra, lápiz y papel; compartíamos experiencias y creaciones, y un buen día decidimos hacer una revista. No se nos pasó por la cabeza ningún concepto de independencia o autogestión, simplemente hicimos lo que quisimos, y para imprimirlo hicimos una vaquita, y para recuperarla la ofrecimos a voluntad. Pero claro, a uno después le agarran ganas de crecer y darle continuidad a un proyecto que cree bonito, y para esto hizo falta un poco más de plata. Alguien sugirió ponerle publicidades y otro dijo que no quería ensuciar la revista con feos avisos. Uno propuso intentar conseguir un subsidio del gobierno y Dos le contestó que no tenía ningún sentido meter al gobierno en esto. Esa pregunta todavía resuena en mi cabeza: ¿porqué debería alguien darme un subsidio para hacer eso que hago por puro gusto? ¿porqué debería el gobierno darme plata si a mí no me cierran los números?

              Entonces, en un principio, la producción de Pipí Cucú fue autosubsidiada por algunos de sus miembros, y luego vendida para poder recuperar la plata. En este sentido, de a poco, nos fuimos poniendo más responsables y haciéndonos las mismas preguntas que ahora Poesía Urbana nos hace. Autogestión e independencia entran en el "hacelo vos mismo", no esperes que nadie venga a darte plata o un empujón del diablo para hacer eso que tenes ganas. Claro que eso significa ponerle el cuerpo y el cuerpo, a la larga, se cansa. Por eso es bueno organizarse, buscarle la vuelta, ser creativo a la hora de subsistir, nosotros todavía lo estamos intentando.

Quizás lo que digo aquí no sea muy iluminador, pero no veo un camino por afuera de la autogestión, ¿quién lo va a hacer por mí? Pipí Cucú participa de la FLIa, de las noches del Pachamama, organiza varietes en el conurbano y siempre está buscando nuevos miembros y rumbos para seguir creciendo. La fragilidad que tiene es grande, por que depende del empuje humano, tracción a sangre, pero todo lo que hace lo hace por que forma parte de su camino, está en su semilla.  

 

No hay comentarios.: