volveré

un alfajor como un símbolo del destino,

un alfajor cubierto de chocolate, entero, inmaculado,

como la sonrisa pura de una madre;

un alfajor mordido

con abundante dulce de leche

pegoteando, apenas, la punta de los dedos

como el misterio detrás de la mirada de una persona.

un alfajor en el piso, estropeado,

como la casa del vecino cuando se incendia

y nadie corre a apagarla.

una visión turista

de ese sabor que alguien trae,

metafísica y repostería para alcanzar el amor,

un alfajor, mil alfajores,

dos tapitas unidas por un dulce

y mil y un formas de ser.

3 comentarios:

Gi dijo...

Qué poema hermoso, el que tiene ojos de poeta ve poesía en todos lados!!!
"una mirada desde la alcantarilla puede ser una visión del mundo. la rebelión consiste en mirar una rosa hasta pulverizarse los ojos" dice Pizarnik.
A propósito, para mi que se trata de un Vauquita, es el alfajor más rico del mundo.

besos
gi

la casita dijo...

jaaaa,
uno de los alfajores es el vauquita de una
cuanto dulce de leche eh
beso
ale

Anónimo dijo...

me encantó el poema!
genial

y apoyo la opinión en cuanto a los alfajores vauquita! qué ricos que sonnnn